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La depuración de aguas residuales desempeña un papel vital en la sociedad, pues se fundamenta en mantener la salud pública y la sostenibilidad ambiental. Estas aguas residuales, producto de nuestras actividades cotidianas y de las industrias, requieren un tratamiento meticuloso para eliminar los contaminantes y devolver el agua a su estado puro.
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En esta entrada de blog, exploraremos en detalle el proceso de depuración del agua, sus fases esenciales y cómo se clasifican los tratamientos, ofreciendo una visión completa de un campo crucial para la preservación de nuestro entorno y la calidad de vida de la sociedad.
La depuración de aguas residuales es un proceso que elimina los contaminantes del agua, haciéndola apta para el consumo humano. Las aguas residuales son producto de la actividad humana y proceden mayoritariamente de las ciudades o de las industrias.
El tratamiento y depuración de aguas residuales consiste en una serie de procesos físicos, químicos y biológicos que eliminan los residuos que contaminan el agua. El objetivo es producir agua limpia o reutilizable con el fin de proteger y salvaguardar el medio ambiente. Los tratamientos se realizan en las llamadas Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDARS)
El proceso de depuración de aguas residuales se compone de una serie de etapas esenciales que se llevan a cabo para garantizar la eliminación efectiva de contaminantes y la devolución del agua tratada a su cauce original. Se inicia con la recogida de las aguas residuales a través de tubos colectores que las transportan a una EDAR.
Cada uno de estos pasos desempeña un papel crucial en la depuración de aguas residuales:
Pretratamiento: Su principal objetivo es eliminar fragmentos sólidos grandes que podrían obstruir o dañar los equipos de la planta, por lo que resulta fundamental para el buen mantenimiento de toda la maquinaria.
Tratamiento primario: En esta etapa, se eliminan los sólidos flotantes y en suspensión, así como las grasas, aceites y arenas, mediante procesos fisicoquímicos. Esto se logra a través de la sedimentación, donde las partículas caen al fondo debido a la gravedad, y la flotación, que permite eliminar espumas, grasas y aceites de la capa superficial del agua. Además, se neutraliza pH para ajustarlo al rango típico del agua.
Tratamiento secundario: Se aplican procesos biológicos que pueden ser aerobios, con la presencia de oxígeno, o anaerobios, sin oxígeno para eliminar la materia orgánica presente en el agua. Los procesos aerobios degradan parte de la materia orgánica y eliminan productos nitrogenados, mientras que los procesos anaerobios realizan reacciones fermentativas para transformar la materia orgánica en energía, metano y dióxido de carbono.
Tratamiento terciario: En esta etapa, se eliminan los agentes patógenos y se reducen los sólidos en suspensión y la materia orgánica residual. Para ello, se emplean diversos métodos, como la radiación ultravioleta para prevenir la reproducción de microorganismos, el intercambio iónico para eliminar sales en bajas concentraciones, la ósmosis inversa para suprimir sales, la filtración para eliminar partículas orgánicas remanentes y la cloración para eliminar microorganismos mediante productos clorados.
Más allá del proceso ordenado de depuración de aguas residuales, vamos a profundizar más en la naturaleza de los métodos que se emplean en este y su clasificación. Los tratamientos de depuración del agua se pueden clasificar en tres categorías principales en función de las técnicas utilizadas para eliminar contaminantes y purificar el agua:
Tratamiento físico: Su objetivo es eliminar impurezas y contaminantes del agua mediante procesos físicos, sin la necesidad de productos químicos. Algunos ejemplos de tratamientos físicos incluyen:
Tratamiento químico: Se desinfectan, coagulan o precipitan contaminantes presentes en el agua mediante productos químicos. Algunos métodos de tratamiento químico incluyen:
Tratamiento biológico: En estos tratamientos se recurre a microorganismos y procesos biológicos para descomponer la materia orgánica y eliminar contaminantes. Algunos métodos de tratamiento biológico son:
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